O fechamento de escolas como contra-política à educação do campo

Abstract

The Countryside Education as a public policy is a conquest of the countryside’s social movements who struggle for land, for agrarian reform and for a sustainable field project that has peasant/family agriculture as its center. It is therefore an essential instrument of the peasantry’s resistance and strengthening in defense of its project and its reproduction. However, the achievements of social movements were accompanied by setbacks, among them the closing of schools in the countryside, a phenomenon that has been configured as a counter-policy to the policy of Countryside Education. Therefore, this article aims to analyze the closing of schools located in the Brazilian and Sergipe’s countryside and their repercussions on education and cultural reproduction of countryside peoples. For this purpose, a data collection was made at the School Census/ INEP, using the data from 1998 to 2020, as well as field research and bibliographical research. The data revealed that in Brazil almost 60% of state and municipal schools were closed in the countryside. In Sergipe the percentage of the period studied was 46.6%. The closing of schools has been accompanied by the reduction of enrollment in the countryside, a fact that points to a perverse picture of denial of the right to education of countryside peoples affecting their future as citizens and as peasants.

La Educación Rural como política pública es un logro de dos movimientos sociales rurales que luchan por la tierra, por la reforma agraria y por un proyecto de campo sostenible que tenga como centro la agricultura campesina/familiar. Constituye un instrumento esencial de resistencia y fortalecimiento del campesinado, en defensa de su proyecto y su reproducción. Sin embargo, los logros de los movimientos sociales estuvieron acompañados de retrocesos, incluido el cierre de escuelas en el campo, fenómeno que se establece como una contrapolítica a la política de Educación Rural. Así, este artículo tiene como objetivo analizar el cierre de las escuelas ubicadas en el interior brasileño y el sergipano y sus repercusiones en la educación y reproducción cultural de la población rural. Se realizó un relevamiento de datos con el Censo Escolar/Inep, de 1998 a 2020, e investigaciones de campo y bibliográficas. Los datos revelaron que en Brasil casi el 60% de las escuelas estatales y municipales estaban cerradas en el interior. En Sergipe, el porcentaje en el período estudiado fue del 46,6%. El cierre de escuelas ha ido acompañado de una reducción de la matrícula rural, hecho que apunta a un cuadro perverso de negación del derecho a la educación de la población rural, afectando su futuro como ciudadanos y como campesinos.