Síndrome ou pseudossíndrome metabólica?

Abstract

Metabolic syndrome has been proposed as a predictor of cardiovascular risk. However, such idea lacks strong scientific basis. This article reviews the evidence regarding that issue, challenging the existing paradigm of the prognostic value of metabolic syndrome. According to Hans Christian Andersen’s tale (1837), once upon a time there lived a vain Emperor who ordered from two tailors an extraordinary suit, of such unique quality that nobody had ever seen a similar one. As the tailors could not fulfill the Emperor’s wish, they conceived a wonderful suit, which would be invisible to anyone who was too stupid to appreciate its quality. The Emperor himself, while trying on his new clothes, could not see them on the mirror, but pretended to see them so as not to appear stupid. Similarly, everybody could see that the Emperor was naked, but nobody admitted it, since nobody was willing to admit his own stupidity. Thus, the Emperor spent a long time naked, exposed to ridicule. This tale explains why some medical myths last for so long, despite the lack of scientific basis. The metabolic syndrome, as an entity of great clinical value, seems to be a myth to be challenged. In reality, that entity holds a huge dissociation between its popularity and its real usefulness in medical decision making. The metabolic syndrome can be defined as the clustering of at least three of the following five criteria: increased abdominal circumference; high triglyceride levels; low HDL-cholesterol levels; high blood pressure; and glycemia ≥ 100 mg/dl1 . That concept has gained importance with the seminal study by Reaven2 , proposing a pathophysiological model in which insulin resistance/hyperinsulinemia would be the link responsible for the clustering of the cardiovascular risk factors commonly observed in clinical practice. However, extrapolating that pathophysiological hypothesis to the creation of a concept of metabolic syndrome used to predict cardiovascular events and the development of diabetes has not been well founded, exemplifying how myths can be created. Therefore, this brief review aimed at assessing, based on scientific evidence, whether metabolic syndrome really deserves credit for that.

Síndrome metabólico ha sido propuesto como predictor de riesgo cardiovascular. Mientras tanto, esta idea no posee fuerte basamento científico. El presente artículo revisa las evidencias a este respecto, cuestionando el paradigma vigente del valor pronóstico del síndrome metabólico. Cuenta la historia de Hans Christian Andersen (1837) que un rey muy vanidoso le encomendó a dos sastres una ropa sin precedentes, de calidad tan especial que nunca nadie hubiese vestido algo igual. En la imposibilidad de concretar tal deseo, los sastres idealizaron una ropa maravillosa, sin embargo invisible a los ojos de personas estúpidas. El mismo rey, al probarse la ropa, no logró verla en el espejo, sin embargo fingió que estaba viendo para no parecer estúpido. De la misma forma, todas las personas percibían que el rey estaba desnudo, aunque nadie le llamaba la atención por el recelo de ser rotulado de estúpido. Y así el rey pasó buena parte de su reinado desnudo, expuesto al ridículo. Esa historia retrata el porqué de que algunos mitos médicos perduren por largos años, aun sin fundamentación científica. El síndrome metabólico como una entidad de gran valor clínico nos parece un mito a ser cuestionado. En verdad, esa entidad guarda una enorme disociación entre su popularidad y su real utilidad en la toma de decisión médica. El síndrome metabólico puede ser definido como la constelación de por lo menos tres de los cinco criterios: aumento de circunferencia abdominal, triglicéridos elevados, HDL-colesterol bajo, presión arterial elevada y glicemia ≥ 100 mg/dl1 . Tal concepto tomó gran dimensión con el trabajo seminal de Reaven2 , al proponer modelo fisiopatológico en el cual la resistencia insulínica/hiperinsulinemia seria el eslabón responsable por el cluster de factores de riesgo cardiovascular comúnmente observados en la práctica clínica. Entre tanto, la extrapolación de esa hipótesis fisiopatológica para la creación de un concepto de síndrome metabólico utilizado en la predicción de eventos cardiovasculares y de desarrollo de diabetes no está bien fundamentada y ejemplifica como mitos pueden ser creados. Por lo tanto, el objetivo de esa breve revisión es analizar, bajo la óptica de evidencias científicas, si el síndrome metabólico realmente merece tal crédito